SEMINARIO CÓRDOBA ARQUEOLÓGICA |
Actividades - Año 2001
Ildefonso Robledo Casanova
|
El Cañón del Río Bailón
El día cinco de mayo, guiados por Alfonso Sánchez Romero, los miembros del Seminario de Arqueología nos desplazamos a Zuheros para visitar algunos de los espacios de interés paisajístico y arqueológico que se sitúan en el entorno de esta bella población de la Subbética cordobesa.
Iniciamos la jornada con la visita a los vestigios arqueológicos que se integran en el denominado Castillejo de la Fuente del Carmen, en el que se tiene identificado un interesante taller de los momentos del epipaleolítico, así como un posterior recinto fortificado que estuvo poblado en tiempos ibéricos, romanos e islámicos.
Inmediatamente, nos desplazamos al Cañón del Río Bailón, en el que se ofrece la contemplación de parajes de intensa belleza y que, posiblemente, es una de las rutas de senderismo más interesante de nuestra provincia. Penetramos en el cañón en las inmediaciones de Zuheros y siguiendo el cauce del río pronto tuvimos oportunidad de ir atravesando las sorprendentes gargantas que el Bailón ha ido excavando en la roca a lo largo de millones de años. En nuestro grato paseo pudimos contemplar diversas covachas y abrigos en las paredes de los cañones, que fueron habitadas por los hombres prehistóricos. Destaca la denominada cueva del Fraile, a la que pudimos acceder, así llamada por la roca que existe a su entrada, que semeja un monje de inmensas proporciones.
Avanzada ya la mañana regresamos a Zuheros, realizando un agradable paseo por su caserío que culminó contemplando, desde la amplia balconada de la plaza de la Paz, a los pies de la vieja fortaleza de origen musulmán, los bellos paisajes que rodean esta población.
A la hora del almuerzo, como viene siendo práctica habitual cuando nos movemos por estos entornos, no dudamos en desplazarnos hasta Doña Mencía. Allí, la sabia gastronomía rural de Casa Morejón, regada con los finísimos caldos mencianos, permitió que reparáramos fuerzas gozando del grato ambiente de camaradería y convivencia propio de nuestro Seminario, disfrutando, además, de los profundos conocimientos que de estas tierras tiene Alfonso Sánchez.
|