SEMINARIO CÓRDOBA ARQUEOLÓGICA |
Actividades - Año 2003
Ildefonso Robledo Casanova
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Amazona de Écija En las excavaciones que se vienen realizando en el solar de la Plaza de España de Ecija, también conocida como "El Salón", en pleno corazón de la ciudad, con la finalidad de construir unos aparcamientos subterráneos, han venido aflorando unos interesantes vestigios del pasado romano y musulmán de la población, entre los que sobresalen los restos de las termas romanas de Astigi, en las que se integran una "natatio" o piscina de 23,80 metros de longitud y una palestra o zona no techada destinada a la práctica de ejercicios de atletismo. Una bella escultura que representa la imagen de una amazona herida, a la que luego nos referiremos, apareció el día 7 de febrero de 2002, depositada precisamente en el fondo de esa "natatio".
También se ha identificado en estas recientes excavaciones en la Plaza de España una gran necrópolis musulmana (mackbara) en la que han aflorado los restos de mas de 4.000 personas, que están siendo objeto de diversos estudios antropológicos que permitirán profundizar en aspectos como la edad de los fallecidos, causas de su muerte, alimentación, etc. En estos momentos se piensa que este cementerio andalusí es el mayor que se ha excavado hasta ahora en nuestro país.
Encontrada en las excavaciones de El Salón, la Amazona de Ecija es una escultura que destaca por su excepcional calidad técnica y artística. Alcanza los 2,11 metros de altura, pesa mas de media tonelada y fue trabajada en mármol blanco de importación, en una sola pieza, y sin pulimentar.
La Amazona se expone actualmente en el Museo de Ecija junto a otros materiales diversos, muchos de ellos también de gran valor, entre los que sobresalen el torso de un atleta, las piernas de un hombre, una cabeza con casco y diversos vestigios de restos arquitectónicos y epigráficos. El día 10 de septiembre, miembros del Seminario "Córdoba Arqueológica", integrado en la Asociación "Arte, Arqueología e Historia" nos desplazamos a la ciudad sevillana para visitar las excavaciones antes citadas y poder conocer esta bella imagen de una amazona esculpida en mármol.
La escultura apareció, según ya antes apuntábamos, en la "natatio" de las termas, al pie de las escalinatas por las que los bañistas se introducían en la piscina. La persona que tiene oportunidad de observar esta excepcional pieza queda inmediatamente sorprendido al comprobar su magnifico estado de conservación, totalmente inusual en una escultura que ha aflorado en el curso de una excavación arqueológica. Cuando se encontró solamente existían roturas en los tobillos y en una de sus muñecas, debido todo ello a que la pieza no había sido derribada y tirada a la piscina sino que fue depositada cuidadosamente por personas que deseaban ocultarla, cubriéndola luego con diversos restos de cornisas y sillares en un claro animo de ocultación y protección.
Ese deseo de evitar su destrucción puede estar relacionado, posiblemente, con la llegada de los cristianos al poder. Para la nueva religión oficial del Imperio las termas fueron consideradas como los templos del paganismo. Los filósofos cristianos no dudaron en lanzar criticas feroces contra los edificios de baños públicos, en los que se acumulaba, según ellos, el placer y la lujuria. En un contexto de odio oficial de los nuevos poderes contra las termas es posible que un grupo de personas desearan ocultar esta bella imagen, para evitar así su destrucción. A fin de cuentas no hemos de olvidar que Astigi habría de ser pronto sede episcopal y que algún tiempo después, ya en el siglo VII, Santa Flora, hermana del Obispo San Fulgencio, decidiría fundar en estas tierras el primer monasterio de vírgenes que habría de existir en España.
La representación de la Amazona astigitana se inspira claramente en los modelos de la escultura griega clásica, idealizada, en bronce, de los siglos V y IV a.C. En esos tiempos imágenes de dioses, héroes y atletas fueron esculpidas por los genios griegos y posteriormente esas obras habrían de ser reproducidas en mármol por los artistas romanos. La Amazona se esculpió en los momentos del Alto Imperio, en el siglo I d.C. y es seguro que no se trata de una pieza de producción local sino que fue importada, quizás de la propia Roma.
La pieza representa a una mujer de fuerte estampa, sobre todo en sus hombros, cuyo brazo izquierdo se apoya en un pequeño pilar moldurado, en tanto que el derecho se esta alzando, colocando su mano tras la nuca, lo que deja ver una herida en su costado. Ya hemos comentado antes el excepcional estado de conservación, en el que destaca además que se aprecian abundantes restos de un cromatismo de tono rojizo que todavía se mantiene en el pilar en el que se apoya, cabellos, ojos, ribetes del chitón corto que viste, cinturón, sandalias, etc.
Con la reciente incorporación de esta obra excepcional al espacio expositivo del Museo Histórico Municipal de Ecija esta ciudad se ha convertido en lugar de visita obligada para todas aquellas personas interesadas en el Arte y en la Historia, sobre todo si tenemos en cuenta que el museo ya contaba con otras obras de gran calidad, como es el caso, solo a modo de ejemplo, de un bellísimo mosaico con escenas de contenido báquico o de una representación escultórica de Calíope, musa griega de la Poesía.
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