SEMINARIO CÓRDOBA ARQUEOLÓGICA |
Actividades - Año 2007
Ildefonso Robledo Casanova
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LACUS ROMANO DE ESPEJO
Dadas las singularidades del espacio por el que nos estábamos moviendo, el profesor Lacort aprovechó la oportunidad para evocar los acontecimientos que en los momentos finales de la República romana acontecieron en estos parajes, así como para brindarnos interesantes explicaciones en relación con las campañas militares que César llevó a cabo con gran brillantez por estas tierras. Sus explicaciones, profundas, muy matizadas y amenas, fueron seguidas con gran interés por los miembros de nuestro Seminario.
Ultimada la visita al Aljibe romano iniciamos un corto paseo entre campos de olivos para acceder de nuevo a la moderna “Fuente del Aljibe”, en cuyas inmediaciones habíamos dejado aparcados los vehículos. Junta a esta fuente moderna se siguen conservando estructuras de claro origen romano (deposito de agua y conducción enterrada) que habrían sido luego remozadas en tiempos medievales y modernos. Ya comentamos antes que una conducción romana sigue uniendo el Aljibe que habíamos visitado y la fuente moderna.
Seguidamente nos trasladamos a Espejo para contemplar, en las inmediaciones de un centro educativo, los vestigios de lo que habría sido el Lacus (gran estanque) en el que finalizaría el acueducto romano que surtía de agua a la población de Ucubi. Las investigaciones arqueológicas han demostrado que ese acueducto nacía en las inmediaciones del recinto iberorromano de Plaza de Armas, en Nueva Carteya, y tras atravesar los parajes situados en el entorno del arroyo Carchena entraba en Espejo.
Las aguas sobrantes de ese acueducto eran almacenadas, finalmente, en el Lacus cuyos vestigios teníamos ahora oportunidad de contemplar. Su estado de conservación, desgraciadamente, no puede ser sino calificado de penoso, inserto como está en una explotación agrícola particular que por motivos obvios no ha mostrado ningún interés en el adecuado mantenimiento de los restos. Sirvan estas líneas como denuncia de esa situación tan poco favorable de estos atractivos vestigios del pasado.
Finalizó la jornada, entre unas refrescantes copas de cerveza, con la celebración de un pequeño homenaje al profesor Lacort, de cuyos profundos conocimientos y gran amabilidad para con nosotros no podemos sino dejar constancia, y agradecer, en estas líneas.
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ALJIBE ROMANO DE ESPEJO |