
La ampliación del Palacio de la Merced
Martes 13 de mayo de 2025 por Joaquín Gómez de Hita




El actual Palacio de la Merced tiene una historia de ocho siglos, que se remonta a la fundación del convento medieval por Fernando III tras la conquista de Córdoba, entre 1245 y 12621. El rey le habría donado a S. Pedro Nolasco la basílica de Santa Eulalia, que la tradición ubica en este lugar. A este primer convento del siglo XIII perteneció la talla del Cristo de la Merced, y en él residió Cristóbal Colón para entrevistarse con los Reyes Católicos. No queda nada de este primer convento2: en el siglo XVIII los mercedarios lo demolieron para levantar el edificio barroco, sobre trazas de Francisco Hurtado Izquierdo, Alonso Gómez de Sandoval y Diego de los Reyes. La nueva construcción se inició en 1715 por los cuerpos septentrionales en torno al “patio blanco”, y continuó con la iglesia, el claustro principal y las dependencias que recaen a éste, finalizando los trabajos en 1760. El convento barroco quedó estructurado en dos partes separadas por la iglesia: al norte, el “convento viejo”, en torno al patio blanco, y al sur, el “convento nuevo”, alrededor del claustro principal. Las dos partes quedaban conectadas por el corredor que discurre tras la cabecera del templo, al que abrían el refectorio (en planta baja) y la sala capitular (en planta alta).
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